Superando la depresión: La motivación no es suficiente

 ¿Por qué la motivación no te deja salir del círculo de la depresión?



A pesar de cientos de trabajos, videos, conferencias y libros de Motivación, no es suficiente para salir de la depresión. Descubre a través de esta experiencia otro ángulo que no has visto de la depresión, entiende cómo responde el cerebro ante las circunstancias y por qué la motivación sola no es suficiente para levantarte.

Inicio del Problema

Tengo un hermano que sufre de depresión mayor, diagnosticada por un profesional psicólogo mientras estuvimos fuera del país como inmigrantes. Se ha hecho un enorme esfuerzo por tratar de recuperar su estabilidad emocional en los últimos años por los altibajos que le ha tocado pasar, como estar al borde de la muerte por inanición (extrema debilidad física por falta de alimentos). 

Sin embargo, no se ha obtenido avances en su recuperación, puesto que, en las múltiples sesiones de terapia y ayuda familiar que se le han otorgado, su disposición mental parece no estar en concordancia con el objetivo de mejorar. 










Por el contrario, su meta es encontrar una forma de morir, aunque el instinto de supervivencia lo ha frenado en los varios intentos de autolisis.

Soy médico general y me gusta la neurociencia, la psicología, el crecimiento personal, el coach motivacional, entre otros temas alusivos y lo he empleado en mi propio crecimiento personal. Así pues, me ha tocado observar y tratar a muchos pacientes con enfermedades orgánicas y nunca pierdo la oportunidad de echarle una revisión a la esfera mental, encontrando un buen porcentaje con desequilibrios en esta área (no llevo un registro estadístico de cuantos, pero puedo asegurar que son bastante). Sin embargo, el caso de mi hermano me ha hecho profundizar sobre las causas de mantenerse en un estado depresivo y como poder tener mejor acercamiento donde los profesionales han tenido dificultad.

No con esto quiero decir que sea imposible para un profesional, solo digo que no hemos encontrado a uno que lo haya logrado. Además, como entusiasta en psicología, me he quedado sin recursos empíricos y estrategias para acercarme a él como guía sin ser tan repetitivo como sus anteriores terapeutas.

Una luz en las tinieblas


No es hasta hace poco, decido reiniciar la lectura para mi propio crecimiento personal, empezando por un texto que hace algo de tiempo quería explorar. Durante la lectura, no podía dejar de pensar en cómo toda la información se ligaba a una posible alternativa de recuperación de la depresión. El problema era ¿cómo abordaba esta nueva visión a una persona ya cansada de intentarlo? Venía a mi mente algunas frases de otro libro de neuromarketing “véndele a la mente, no a la gente” que, en resumidas cuentas, debemos aprender a vendernos a nosotros mismos porque hasta una idea necesita ser bien explicada y adaptada acorde al tipo de público que tengamos en frente.

Por ejemplo, si quiero vender un smartphone a un amante de la fotografía, debería empezar por aquellos modelos que tengas las características de una buena cámara fotográfica y capacidad de almacenamiento amplia y no hablarle de aquellos engorrosos nombres de procesadores, capacidad de la RAM, etc. Por el contrario, aquellos que se dedican al mundo de los juegos digitales en estos dispositivos, debería enfocarme en detallar las características que no le mencioné al fotógrafo.

Así pues, la nueva alternativa iba tomando forma en mi mente sobre cómo abordar la depresión desde un ángulo menos invasivo y que despertara el interés de alguien sin ganas de continuar la vida. Lograr acercarme a esa persona y recablear el cerebro con el fin de mostrarles una herramienta que puedan usar para realizar el cambio que quiere, era mi nuevo reto.

Así que decidí crear este espacio para construir la idea y compartirla con aquellos quienes no han encontrado salida y requieren una luz, así como yo la encontré. 

¿Por qué la motivación no te deja salir del círculo de la depresión?

Cuando hablé con mi hermano en varias ocasiones acerca de por qué no se levantaba a hacer las cosas que tenía que hacer para progresar en su trabajo, estudios, metas y todo lo que se propusiera, había siempre una frase entre líneas que cargaban con el peso de su inacción “No tengo Motivación”. Cuanto más intentaba animarlo, su disposición mental estaba en cero y nada de lo que le propusiera con efecto recompensa surtía efecto alguno.

Indagando más acerca de sus rutinas, encontré que el insomnio estaba apoderado de él, sus hábitos de sueño estaban desorganizados, el sueño aparecía en las horas que necesitaba ir a trabajar, rendía poco, irritabilidad al tope y constantemente pensamientos de autocastigo y desprecio por su condición mental y física que sumaban a su depresión, causante de más insomnio. Un círculo vicioso que no paraba nunca.

Solía hacer las cosas que le gustan cuando venían a él olas de motivación dadas al despertar de un sueño largo, producido por su medicación psiquiátrica. Sin embargo, su cerebro no concebía la idea de tomar pastillas por ser el tipo de paciente que dice que no las necesita para recuperarse. Volvía a los círculos viciosos del insomnio.

Con esta rutina de tomar y suspender las pastillas, los subidones de motivación le hicieron la idea de que para realizar todas sus actividades debía estar siempre motivado. Así que, todo aquello que trazó como metas eran con base a golpes emotivos causados por cualquier cosa que activara el interruptor. Lo vi varias veces empezar actividades que duraban un par de días y sin más, las abandonaba.

Con base a su propia experiencia de abandono de actividades, sostenía que no tenía sentido trazar metas a largo plazo. - “¿para qué? Sé que las abandonaré de todos modos”. – decía. Pensamientos que sumaban a su hundimiento porque tenía la creencia que nunca sería bueno en nada.

Resumen

Entonces, ¿Existe alguna salida para el círculo vicioso de la depresión? Pues déjame decirte que siempre hay una solución para todo. "Unas más visibles que otras". Me gustaría que, tengas claro que si buscas un profesional, intenta encontrar uno que conecte contigo, pues, así como existen médicos mediocres, también los hay en todas las carreras, pero siempre hay gente dedicada a lo suyo.

Otra cosa es que tengas la disposición de querer cambiar y que sepas que la recuperación mental lleva más tiempo que las afecciones físicas. Aunque creas que es tedioso hacer algo por un largo tiempo, créeme que el tiempo pasará, aunque no quieras, estés o no haciendo nada para recuperarte. En un abrir y cerrar de ojos habrán pasado 2 años; y pensar que pudiste haber empezado en aquel entonces, estuvieses con esas heridas sanadas.

Por último, quiero enfatizar la importancia de que tu cerebro descanse. Por el amor de Dios -"DUERME"- Debe ser tu primera prioridad. Encuentra una manera de descansar; busca videos, música, libros que enseñen cómo dormir. Hay muchos métodos, encuentra uno que se adapte a tu gusto. Te invito a explorar el siguiente artículo donde descubrirás algo interesante acerca de por qué la disciplina no contribuye a la depresión.

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